En la GamesCom de este año hemos tenido la oportunidad de ver shooter en primera persona Paladins en acción y jugarlo. Hay bastante confusión en lo referente al juego, ya que muchos lo llaman un “shooter MOBA” debido a que últimamente la etiqueta de MOBA se pone a muchos títulos que distan bastante de serlo, y Hi-Rez ha bautizado el género del juego como “shooter en primera persona con elementos de progresión”.
¿Qué significa esto? Esencialmente los jugadores entran al juego con un mazo de cartas que pueden usar para personalizar a su personaje, que posee dos ataques estándar y una habilidad especial. Sin embargo al subir de nivel veremos tres cartas de nuestro mazo y podremos escoger una para mejorar a nuestro personaje, lo que nos permite personalizar el estilo de juego de nuestros personajes, adaptarlos ante cualquier situación a la que se enfrenten y ajustarlos a la composición de su equipo.
Si combinamos este sistema de progresión con el estilo de juego de “Asedio” de Paladins en el que oleadas de esbirros atacarán las estructuras enemigas (de la misma forma que en su anterior título MOBA, SMITE) en parte es normal que haya confusiones con el género del juego. Sin embargo al jugarlo te das cuenta que está más cerca de ser un shooter, en el que el objetivo es acabar con la fortaleza del equipo rival. Aunque conquistar la base enemiga a la carga es una opción, no es la más ideal, ya que en el mapa hay dos puntos de control que al capturarse proporcionan al equipo que los control un cañón de asedio que allanará el camino hacia la fortaleza enemiga, destruyendo puertas y defensas si se escolta y protege correctamente.
Estos dos puntos a controlar en extremos opuestos del mapa, y el entorno de cada uno de ellos es completamente distintos, lo cual hace que tengamos que combatir batallas muy distintas para capturarlos. El primer punto de captura está en medio de la plaza de un pueblo lleno de callejuelas y pequeños edificios lo que de proporciona distintas alturas desde las que luchar. El segundo punto de captura está en el centro de un cañón con forma de bol, lo que hace que acercarse al punto de captura debido a que no hay ningún sitio donde resguardarse o esconderse. Para capturar estos puntos los equipos tienen que subir un contador a 100, que sube a medida que los jugadores están encima del punto, e incluso si el equipo contrario consigue echarlos esta puntuación no disminuye, lo que hace que las batallas sean frenéticas y a menudo desesperadas.
El ritmo del juego es muy rápido, y las luchas están llenas de explosiones, láseres, personajes volando y rayos de luz que estallan en explosiones de color, y en cierta manera nos recuerda a las batallas de Team Fortress 2. Una de las mecánicas más llamativas del juego, y que raramente vemos en un shooter, es que podemos invocar monturas que nos permitirán movernos rápidamente por el mapa, lo cual hace que morir no penalice tanto a los jugadores ya que no tardan tanto en volver al combate.
Nuestra experiencia con el juego fue muy positiva, el juego es muy divertido y los personajes son llamativos, memorables y fáciles de usar; en nuestro caso nos gustó especialmente una especie de ardilla armada con bombas que puede disparar en parábola a sus enemigos, lo cual nos permitió conseguir muertes de lo más curiosas e impresionantes. El sistema de progresión de los talentos es bastante simple, aunque en la prueba no pudimos escoger el mazo de cartas que llevamos al combate; cada carta tiene un rol (Fuerza, Defensa, Utilidad) que potencia un aspecto del personaje; en nuestro caso hicimos que nuestra ardilla bombardera se centrase en hacer todo el daño posible, convirtiéndose al final de la partida en una bestia destructora. El trabajo en equipo es muy importante, más que en la mayoría de shooters, ya que todos los jugadores dependen de las habilidades de sus compañeros para conseguir la victoria. En las partidas que jugamos pudimos ver la importancia de esto, ya que un equipo mínimamente cohesionado tenía muchas más oportunidades de conseguir la victoria que un equipo en el que sus jugadores iban cada uno por su lado.
El juego es divertido, frenético y con lo poco que lo probamos, adictivo, y ya estamos deseando probar su segundo modo de juego. Desafortunadamente el juego se encuentra en su fase Alpha Temprana, y aunque parece muy pulido, Hi-Rez tiene planeado lanzarlo en 2016 tanto en PC como en consola.
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