Recientemente hemos probado el nuevo MMO gratuito para navegador de Bytro Labs, Call of War, un juego de estrategia en tiempo real que transcurre durante la segunda guerra, y en el que los jugadores luchan entre sí por territorios y recursos; para hacerlo tendrán que construir bases, entrenar enormes ejércitos y conquistar Europa y Norteamérica. En este análisis hemos probado las principales características del juego y hemos querido descubrir si tiene algo interesante que ofrecer al género.
La primera impresión que tienes al entrar al juego es que los gráficos no ganarán ningún premio, pero su aspecto sencillo y la simple interfaz complementan muy bien la temática estratégica; es eficiente y realmente parece lo que sería una sala de guerra donde planearías tus ataques. Tras un breve tutorial que nos enseña el funcionamiento de las mecánicas principales del juego y que nos enseña el funcionamiento de los distintos menús y submenús, no se tarda demasiado en descubrir como jugar al juego.
Al entrar al juego por primera vez fuimos asignados a un servidor/mundo donde también fuimos asignados a un país aleatorio del mapa del juego (que incluye Europa y Norteamérica); a nosotros nos tocó ser el primer ministro de Suecia. El mapa es una representación realista de cómo era el mundo en 1942, y está dividido en distintas naciones que a su vez están divididas en múltiples provincias; al comenzar la partida estamos al mando de todas las provincias de nuestra nación. Controlar provincias es clave para progresar por el juego, tenemos que proteger nuestras provincias mientras nos expandimos por los territorios de nuestros rivales y conquistamos sus tierras; los territorios que controlemos nos proporcionan recursos, nos permiten producir unidades militares, y lo más importante, algunos de ellos nos proporcionan puntos de victoria, los cuales son vitales para ganar la partida, ya que si un jugador consigue acumular una cantidad predeterminada podrá ganar la ronda y finalizar la partida.
Un factor interesante es que la distribución de provincias difiere en cada nación, algunos países tienen una docena de provincias, otros tienen dos docenas, mientras que países más pequeños, como Dinamarca y Suiza solo tienen tres o cuatro. Esto representa con realismo el tamaño de cada nación y crea un equilibrio muy interesante: esencialmente si una nación tiene más provincias, conseguirá más recursos y más localizaciones para entrenar tropas, lo que te permite formar un ejército más rápidamente, pero si controlas una nación de gran tamaño también tienes que dividir más tus fuerzas y eres más vulnerable a perder provincias. Por otro lado si eres de una nación pequeña también existe el riesgo de que seas conquistado en un ataque a gran escala, ya que el ejército que puedas tener será menor que el de una nación de mayor tamaño.
Los que mejor define el juego, es su aspecto estratégico y el ritmo al que progresas, ya que no hay gratificación instantánea al conquistar territorios, el verdadero éxito viene al ejecutar estrategias bien planeadas que pueden llevar semanas hasta completarse, o el formar alianzas y lanzar ataques conjuntos contra tus rivales. Para muchos el juego será demasiado lento, y también requiere de supervisión constante, ya que tendrás que escoger que tecnologías desarrollas, que edificios mejoras o que unidades produces, ya que la habilidad de dejar acciones en cola es una opción de pago. Así que hacer progresar a tu nación y reunir un ejército es un proceso largo; además acciones como mover tus tropas por el mapa puede llevarte horas o días dependiendo de lo lejos que quieras moverte.
Uno de los elementos que más frena el progreso, aunque no lo desaprobamos, es que cada tecnología solo puede empezar a investigarse una vez han pasado ciertos días en la ronda. Algunas de las tecnologías más avanzadas pueden necesitar más de 30 días antes de que puedas investigarlas, lo cual limita a los jugadores a la hora de investigar tecnologías avanzadas que pueden causar desequilibrios en la partida. Esencialmente a medida que la partida progresa todos los jugadores pueden conseguir nuevas unidades y tecnologías, lo que hace que todas las naciones tengan una progresión similar, y eliminando aquellas que no han conquistado suficientes territorios o tengan suficientes recursos.
También tenemos que decir que la moneda premium del juego ofrece bastantes ventajas, ya que te permite acelerar el tiempo de construcción de los edificios, potenciar la producción, conseguir los recursos que te hagan falta, e incluso acelerar los tiempos de investigación. Esto te permite desbloquear tecnologías que normalmente tardarían un día en completarse en un minuto. También puedes construir unidades casi al instante, o hacer que tus espías completen sus misiones al momento (cosa que normalmente tarda bastantes horas en finalizarse) lo que te permite saber rápidamente donde están las unidades de tus rivales. Esto nos permitió conquistar con relativa facilidad a Dinamarca, aunque atacar de este modo también te deja desprotegido ante los ataques de otras naciones. Sinceramente, el elemento Pay-to-Win está presente en el juego, al menos en algunos elementos, ya que el no tener que esperar para conseguir ciertos objetivos ayuda mucho a la hora de mantenerte competitivo, y fuerza a los otros jugadores a pagar si no quieren ser eliminados de la partida.
El juego y la estrategia necesaria para progresar son aspectos muy sólidos, y el elemento Pay-to-Win va desapareciendo a medida que pasan los días (ya que cuando es más peligroso es en los primero días de la partida, cuando todos los jugadores son muy débiles). Tras haber jugado a Supremacy 1914, otro título de Bytro Labs tenemos que decir que ambos juegos son bastante similares, y sus principales diferencias son un mapa algo cambiando, unidades mejoradas, y cambios en algunas de las mecánicas del juego, pero no se diferencia lo suficiente de su predecesor como para decir que Call of War es original. En conclusión aun teniendo en cuenta el elemento de pago, es un juego interesante, y si tienes paciencia y te gusta la estrategia, puedes pasar unos ratos realmente entretenidos, pero por otro lado, si no te gustan los juegos con un ritmo pausado, este no es tu juego.
CONCLUSIÓN
- Gráficos: 4
- Mecánicas: 7.5
- Rendimiento: 8
- Lo mejor: Estilo de juego estratégico y táctico, con batallas, comercio y diplomacia que puedes usar para conseguir la victoria, además que las investigaciones tecnológicas se desbloqueen a los jugadores el mismo día hace que todos tengan las mismas posibilidades.
- Lo peor: El juego es muy similar a su predecesor, la moneda premium del juego crea desequilibrios al principio de las partidas, hacer zoom en el mapa puede causar errores gráficos.
Nota Final: 5.5
Y si queréis saber más sobre Call of War, visitad nuestro perfil clicando sobre el botón "info" que encontraréis más abajo.
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